NAVEGANDO EN LA CUNA
La prirnera casa que habité de recién nacida estaba en la calle Cancha Rayada, en el barrio Forestal de Viña del Mar, frente a la casa en que vivían mis abuelos. En este barrio habían vivido mis abuelos con sus hijos, primero en una casa construída por mi abuelo y, cuando posteriormente se vio obligado a venderla, arrendaron aquélla en Cancha Rayada.
Esa cercanía permitía que mis abuelos me regalonearan muchísimo. Todos los días iban mis padres a almorzar con ellos y, en la noche iba mi abuelo Sixto a nuestra casa, para asistir a la ceremonia de mi baño. Como yo era muy pequeñita - pesaba sólo dos kilos y medio - a mi madre le daba miedo incluso tomarme, creía que yo me resbalaría de sus brazos; asi que fue mi padre quien - con mucho gusto - asumió la tarea de bañarme: con una mano me tomaba y con la otra me jabonaba, mientras mi abuelo presenciaba la escena con gran alegría.
Los primeros pañales también los lavó mi padre, porque mi madre estaba muy débil; pero él se sentia tan contento en su rol de papá, que lo hacía sin problemas. Contaba yo con sólo unos días de vida, cuando mi padre salió conmigo “en brazos”, para presentarme a todos sus amigos. Mi madre le dijo que estaba chiflado*, pero éi le replicó que estaba orguiloso y feliz de su hija y quería compartir su felicidad con todos... Su alegría no tuvo límites cuando le dijeron que yo me parecía a su Margarita, mi madre.
Llegó el Invierno y ese año fue muy lluvioso. Nuestro hogar estaba en la planta baja de la casa; una noche se despertaron mis padres con mi llanto y creyeron que era lo de siempre: que yo lioraba para que me tomaran en brazos (a ello me había acostumbrado mi padre)... Pero, esta vez era algo más serio, yo estaba “navegando en mi cuna”, había ilovido tanto que nuestro hogar estaba totalmente inundado y mi cuna, conmigo adentro, estaba flotando en el agua... Esa fue mi primera “navegación”...
1. chiflado. = estar chalado, perder el juicio.
Esa cercanía permitía que mis abuelos me regalonearan muchísimo. Todos los días iban mis padres a almorzar con ellos y, en la noche iba mi abuelo Sixto a nuestra casa, para asistir a la ceremonia de mi baño. Como yo era muy pequeñita - pesaba sólo dos kilos y medio - a mi madre le daba miedo incluso tomarme, creía que yo me resbalaría de sus brazos; asi que fue mi padre quien - con mucho gusto - asumió la tarea de bañarme: con una mano me tomaba y con la otra me jabonaba, mientras mi abuelo presenciaba la escena con gran alegría.
Los primeros pañales también los lavó mi padre, porque mi madre estaba muy débil; pero él se sentia tan contento en su rol de papá, que lo hacía sin problemas. Contaba yo con sólo unos días de vida, cuando mi padre salió conmigo “en brazos”, para presentarme a todos sus amigos. Mi madre le dijo que estaba chiflado*, pero éi le replicó que estaba orguiloso y feliz de su hija y quería compartir su felicidad con todos... Su alegría no tuvo límites cuando le dijeron que yo me parecía a su Margarita, mi madre.
Llegó el Invierno y ese año fue muy lluvioso. Nuestro hogar estaba en la planta baja de la casa; una noche se despertaron mis padres con mi llanto y creyeron que era lo de siempre: que yo lioraba para que me tomaran en brazos (a ello me había acostumbrado mi padre)... Pero, esta vez era algo más serio, yo estaba “navegando en mi cuna”, había ilovido tanto que nuestro hogar estaba totalmente inundado y mi cuna, conmigo adentro, estaba flotando en el agua... Esa fue mi primera “navegación”...
1. chiflado. = estar chalado, perder el juicio.