jueves, 8 de marzo de 2012

DOÑA AURISTELA FERNÁNDEZ,
REGIDORA DE FORESTAL

Por: Cecilia Valdés

Era Doña Auristela Fernándezuna mujer trabajadora, corpulenta y fuerte, no sólo físicamente, sino también de carácter. Era dueña – junto a su marido Don Enrique – del Restaurante Forestal, donde trabajaba duramente, imponiendo respeto con su firmeza, sin perder su alegría; además, sin despreocuparse de sus hijos, se dedicaba a la política.

Muchas veces me he preguntado ¿qué hizo que esta mujer de origen humilde se interesara por la política? He llegado a creer que ella no sólo fue elegida por sus electores, sino también por alguien superior para esa tarea ¿por Dios? (aunque fuera socialista). Aún siendo yo sólo una niña, capté la grandeza de esa mujer, amiga de mi padre, que – aunque sin gran educación- tenía tanta capacidad, incluso para enfrentarse a los envidiosos –malhablados- machistas que decían que era analfabeta y sólo había aprendido a escribir su nombre para ser candidata. De gran inteligencia y claridad de ideas, poseía una asombrosa oratoria para dirigirse a las multitudes, de la misma forma que podía hablarle a sus clientes y amigos.

Asistí a muchas de sus concentraciones, cuando era candidata, y pude percibir su elocuencia, el extraordinario magnetismo que irradiaba – desde lo alto de la tribuna – a cuantos la escuchaban. Fue concejal de Viña del Mar (única mujer en ese tiempo) por varios períodos e hizo una gran labor en favor de los sectores humildes y, por supuesto, po Forestal, su barrio.

Otra gran cualidad tenía Doña Auristela: no era sectaría, amplia en todo el sentido de la palabra; por
ejemplo, siendo socialista y atea, tenía excelentes relaciones con el Párroco de la Iglesia, Don Enrique Barilari y ayudó a la Iglesia, a través de la Municipalidad, a levantar un muro de contención tan necesario.

Tengo una anécdota con ella, del tiempo de mi niñez, estábamos en un paseo y conversando con ella y mi papá, me quedó mirando y dijo: “esta niñita será mi sucesora, será la segunda regidora mujer de Forestal”...Si aún viviera, se alegraría saber que llegué a ser regidora (voy en mi cuarto período)...!pero en Suecia!...Fue, además, una buena pitonisa Doña Auristela Fernández.